La UPB U. Pontificia Bolivariana de Medellín envió un correo a la comunidad estudiantil con el propósito de sugerir la forma adecuada de vestir para ir a la universidad, esto en respuesta a un video subido a las redes sociales donde una estudiante era acosada por compañeros de la institución.
En dicho comunicado se destacaban sugerencias como: evitar prendas ajustadas, no ir vestidas como si fueran a una fiesta, no usar minifaldas ni tacones; pero la que más desató la polémica fue la sugerencia a las estudiantes a usar ropa discreta ya que, según ellos, no hay nada más incómodo que distraer la atención de los compañeros y maestros.
¿En qué pensamos las mujeres cuando nos vestimos? Es una pregunta capciosa, aunque claramente depende del día de la semana, por ejemplo, si es un viernes nos pondremos una falda corta con encaje en tonos oscuros para delinear la figura y con medias transparentes para que se vean las piernas; y pensamos, mi objetivo de hoy es captar la atención de 10 hombres, incluyendo tres compañeros de la universidad, el profesor de 50 años que dicta la catedra de las 10, uno de los buseteros que pasa mientras esperamos el semáforo, y obviamente, no puede faltar el hombre con el piropo delicado y sutil: “si cocina como camina me le como hasta la pega mami” créanme caballeros que es la intensión de nosotras cada mañana, y sí, somos seres perversos que deseamos a toda costa llamar su atención y distraerlos de sus actividades diarias ¿Se sienten distraídos?
Claramente, lo preocupante de esta situación es que una entidad académica decida resolver una problemática de acoso, sugiriendo a la víctima no incitar al victimario. Lamentablemente, es una situación reincidente en nuestro país; recordemos el hecho en Andrés Carne de Res de Chía, donde una joven de 19 años presentó una denuncia de violación en el 2013, el propietario de dicho restaurante, Andrés Jaramillo, una figura pública, declaró ante los medios diciendo: “Qué pasa con una niña de 20 años que llega con sus amigas, que es dejada por su padre a la buena de Dios. Llega vestida con un sobretodo y debajo tiene una minifalda, pues a qué está jugando.”
Gracias a comentarios como este podemos resolver el interrogante que ha dañado tantas relaciones entre hombres y mujeres, SÍ damas, la culpa de la violación no es del violador, es de nuestro exhibicionismo, bien claro lo dejó ya la UPB, no hay nada más incómodo que distraer la atención de los hombres. Por amor a Dios, no sigamos insistiendo con nuestras marchas exigiendo la igualdad y el respeto a nuestro sexo, nosotras mismas no lo buscamos, quizás la joven de 19 años esa noche del 2013 no captó la atención de 10 sino 11 hombres indefensos, y este undécimo no logró controlar la distracción tan grande que ella le provocó y le tocó llevarla al parqueadero y violarla
No nos debemos sentir atacadas por el comunicado que muy amablemente nos sugiere como evitar violaciones, así que tocó renovar el closet, en adelante los viernes usaremos sudaderas, tenis y un hermoso y sensual cinturón de castidad porque ha vuelta la moda de la edad media, no sea que luego nos toque preguntarnos ¿por qué es que nos violan?
fuente
http://agenciatechotiba.org/por-que-las-violan/